La democracia está enferma
Hemos asistido estas semanas a un”carnaval” político que como nunca antes se había visto en nuestro municipio. Las carreteras, calles, caminos … estaban engalanadas de publicidad política : pancartas, banderolas, carteles, además de cuñas radiofónicas, folletos, mítines, caravanas electorales, correspondencia electoral y propaganda a raudales. La campaña electoral ha estado marcada por una “guerra” entre las distintas opciones políticas a ver quién tiene más publicidad en la calle, Internet, radio o prensa, amén de otras cosas. A más propaganda política más prestigio social-político de los partidos. A más despilfarro electoral más apto para gobernar, nos estaban dando a entender.
Pero lo gracioso, es que más del 80% de los electores no se ha leído los programas de los distintos partidos y además no ha existido debate político entre los mismos. Lo del debate políticos es una quimera. Los ciudadanos, asisten a este espectáculo político durante más de quince días convidados de piedra y cuyo poder y participación en la política han quedado reducidos al instante en que depositan su voto en las urnas.
Un segundo después, cuando ya ha emitido su voto, los ciudadanos pasan a la "reserva" y, aunque en teoría son los soberanos y protagonistas de la democracia, quedan relegados y relevados de toda responsabilidad y acción hasta dentro de cuatro años.
0 comentarios